viernes, 2 de julio de 2010

Entra a tu casa

Ven Señor, pasa de nuevo,
toma las llaves de tu casa,
esa que era mía,
la que siempre te entregaba,
y todas las veces recuperaba.

Entra en silencio,
no digas palabras,
quiero sentir tu presencia en esta noche,
que por mí ha sido cerrada.